El ego es como una planta carnívora que pide mas y mas.
Si la duda existencial consiste en saber si soy atractivo para el sexo opuesto, nunca lo sabré, por mas respuestas “positivas” que encuentre en el camino, la insatisfacción será continua y buscare la manera de recorrer las etapas pertinentes para volver a empezar, siempre el mismo circuito:
-obtengo, no obtengo,
-atraigo, no atraigo.
No hay resolución, se trata de un círculo laberíntico, intrínseco en el cerebro, recorridos sin salida, una y otra vez transitando la senda sin salida, sin retorno, una adicción.
Pues si pudiera…
Me alejo y observo a la planta comer…
Una y otra vez…
Una y otra vez…
Y me doy cuenta que lo único que le causa placer es el momento de engullir a la presa, de triturarla, y ya mismo en el proceso de tragarla esta dejando de sentir, ya vislumbrando nuevamente la necesidad de “encontrar” o “encantar” lo que caerá en saco roto.
Si pudiera ver el mecanismo…
si pudiera bajarme de la engullidora y observar…
Tal vez quiera transformarme en una flor de esas que se abre y cierra en un instante, simplemente para dar… algo… de mí. Tal vez simplemente eso sacie el vacío, la insatisfacción que me crea mi ego ilusionado.
Si la duda existencial consiste en saber si soy atractivo para el sexo opuesto, nunca lo sabré, por mas respuestas “positivas” que encuentre en el camino, la insatisfacción será continua y buscare la manera de recorrer las etapas pertinentes para volver a empezar, siempre el mismo circuito:
-obtengo, no obtengo,
-atraigo, no atraigo.
No hay resolución, se trata de un círculo laberíntico, intrínseco en el cerebro, recorridos sin salida, una y otra vez transitando la senda sin salida, sin retorno, una adicción.
Pues si pudiera…
Me alejo y observo a la planta comer…
Una y otra vez…
Una y otra vez…
Y me doy cuenta que lo único que le causa placer es el momento de engullir a la presa, de triturarla, y ya mismo en el proceso de tragarla esta dejando de sentir, ya vislumbrando nuevamente la necesidad de “encontrar” o “encantar” lo que caerá en saco roto.
Si pudiera ver el mecanismo…
si pudiera bajarme de la engullidora y observar…
Tal vez quiera transformarme en una flor de esas que se abre y cierra en un instante, simplemente para dar… algo… de mí. Tal vez simplemente eso sacie el vacío, la insatisfacción que me crea mi ego ilusionado.
3 comentarios:
Dan: te llegó la hora. Algo te espera en mi blog. Buena semana
La belleza se encuentra en el interior y se refleja a traves de los ojos y de la sonrisa. Si das amor atraeras amor.
un beso
reina imposible
El ego es el enemigo número uno del amor.
Besitos para ti.
mar
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