La Esperanza


SUJETO UNO:
- ¿Esta venita que tengo en el tobillo ¿es una varice?

El SUJETO DOS: le mira el tobillo… y pasando su mano sobre la venita le responde:
- No es nada, solo esta allí para que te preguntes…


El SUJETO UNO: vuelve a mirar su tobillo ¡y ya no encuentra nada! La vena había desaparecido, ¡un milagro! ¡Al fin lo había encontrado! Pensó, un ser sabio, noble y prodigioso que le explicaría el porque de su existencia ¡y le indicaría el camino a seguir!, así que demostrando devoción e interés se arrojo hacia el para nutrirse de su sabiduría, generosidad y poder de sanción.

Pero el SUJETO DOS: lo rechazo
- ¡No! Tú buscas un Maestro para colgarte de su conocimiento, y no para ponerlos en práctica. El maestro acepta a los que quieren cambiar… a si que vete y busca tú, las respuestas, trabaja un poco más…

Así que volvió a los caminos, áridos, polvorientos a encontrarse con su hartazgo, su cansancio, aburrimiento, repetición, enojo, envidia, dejadez,… todavía no estaba preparado…
El camino era en subida, las piedras lastimaban sus pies… pero el no comprendía…
Era hombre, era mujer, hermafrodita, tenia el peso de todas las generaciones sobre su alma y todavía seguía buscando, ya, con menos esperanzas de encontrar, si, cada tanto las perdía, ¡el camino era tan largo!...
Seguramente había algo que no estaba entendiendo, se decía, el tiempo se hacia elástico, las cosas tortuosas, el polvo amalgamaba con su vista y su visión se hacia borrosa, ya no deseaba seguir mas, cuando a punto de dejarse caer se topo con el Maestro. El mismo que habia dejado barranca abajo, pero, ya no importaba si era el mismo, el maestro podía ser cualquiera, podía tomar cualquier forma, lo importante era saber escuchar, y ya cansado y sin fuerzas no pudo replicar y escucho:

- Hasta aquí llegaste, veo que te sigues esforzando, muy en contra de ti mismo, ¡no te pedí esfuerzo alguno! Te pedí abandono, el esfuerzo es lucha, te pido que abandones la lucha, tu resistencia, no hay a donde ir.

Y levantándolo del piso lo abrazo para decirle:
- Tu haz llegado ya hace mucho tiempo, debes tomar todo lo que tienes y abrazarlo y nutrirlo y hacerlo crecer, debes transformarte en el Sol, en el pan, en el agua y entonces, volverás a reír…
¿Para que subes la montaña, es ridículo! buscas el camino mas difícil, engorroso, tortuoso?
¿ No lo ves? Todo esta aquí, esto es lo que siempre haz querido.


FIN
DanielaSi


Ramtha dice:

“…si nunca se te diera permiso de cambiar, perderías la esperanza. Si tu mente no pensara de forma progresiva seria espantoso, no tener pensamientos renovadores, pensar siempre lo mismo, podría ser una experiencia horrible y aburrida. Las personas que están cansadas de pensar lo mismo no encuentran nada que los alivie de su propia mente que les da los mismos pensamientos perdiendo la esperanza de que haya algo nuevo novedoso y de que nosotros tengamos un significado en nuestra vida. Si el pensamiento esta restringido, la esperanza seria el permiso de pensar fuera de los límites de la restricción. El confinamiento puede ser una sociedad, una religión, un vecindario, cualquier territorio específico, tener que pasar el resto de nuestros días confinados en un espacio limitado no es nuestra naturaleza. La esperanza es vivir sin confinamiento, cuando la persona inicia la travesía de liberarse del confinamiento de si mimo, mediante el conocimiento, la información, la verdad y de lo que hacemos con la verdad, reflexionar, pensar, nos informa sobre las posibilidades y las posibilidades hacen que resuene nuestra campana de la esperanza.
¿Es realmente posible que yo pueda vivir fuera de este confinamiento, que pueda pensar fuera de este cuadrante de pensamiento?!

Si, es posible.
Crea un día que cuando termine puedas llamarlo “vivir con esperanza”
Crea un día que te brinde aventuras, encuentros y sucesos que no habrían existido nunca en tu vida antes.

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